A la hora de alquilar propiedades que no se destinarán a su uso como vivienda, una de las dudas más frecuentes es si todos ellos se rigen por las mismas regulaciones y, por lo tanto, si se puede utilizar el mismo tipo de contrato de arrendamiento con independencia del tipo de local.
En realidad, no es posible, ya que hay varios tipos de fincas para uso distinto de vivienda. Por ejemplo, hay claras diferencias entre contrato de arrendamiento de una finca rústica y el resto de contratos de arrendamiento.
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¿Qué es una finca rústica a efectos de arrendamiento?
Una finca rústica es una superficie de terreno que no se puede urbanizar. La finca se arrenda para su uso y aprovechamiento en actividades del sector primarios y, en concreto, ganadería o agricultura. Hay que puntualizar que una finca rústica se puede encontrar en el campo, pero también en la ciudad.
Diferencias en los contratos de arrendamiento
La principal diferencia entre el arrendamiento de fincas urbanas y el arrendamiento de garajes y trasteros es que el primero se rige por la Ley de Propiedad Horizontal y el segundo por el Código Civil.
Teniendo en cuenta esta importante diferencia, es fácil adivinar que la extensión de uno y otro tipo de contrato será distinta, sobre todo porque el contrato de arrendamiento rústico debe incluir más cláusulas que el contrato para arrendar un garaje.
Uno de los requisitos importantes en el alquiler de una finca rústica es que el propietario debe conocer el uso y destino de la finca y, por lo tanto, en contrato deberá incluir una cláusula en la que se exponga claramente para qué se arrienda la propiedad.
La legislación aplicable al arrendamiento de garajes y trasteros no limita el número de años en el que el arrendatario puede disfrutar del inmueble; mientras que en el arrendamiento urbano es necesario indicarlo y, sobre todo, se incluye una cláusula que incluye las disposiciones de la Ley de Propiedad Horizontal sobre duración y renovación del contrato, que es de cinco años, con la posibilidad de renovar hasta tres años más.
El contrato de arrendamiento de fincas rústicas incluye varias cláusulas en las que se detallan los principales tipos de obras que se pudieran necesitar o requerir durante los años en los que el contrato esté vigente, especificando en cada caso a quién corresponde el pago de los gastos derivados de tales obras.
Teniendo en cuenta la definición y el uso de las fincas rústicas, En los contratos de renta se incluye una “Penalización expresa” que protege al arrendador frente a posibles retrasos a la hora de entregar la finca una vez cumplida la fecha de finalización del contrato.
Además, el arrendamiento de fincas urbanas suele incluir una cláusula o apartado en el que se establece la necesidad de que el inquilino cuente con un aval.
Cómo descargar un contrato de arrendamiento de una finca rústica en PDF
Existen modelo de contrato de arrendamiento y, por lo tanto, no es necesario redactar unos nuevos , siempre y cuando se respete el modelo y las leyes, normas y códigos por los que se rige cada tipo de inmueble.
Aquí puedes descargar un modelo de contrato de arrendamiento para finca rústica en PDF